miércoles, 8 de diciembre de 2010

La Mula y el Pozo


Se cuenta de cierto campesino que tenía una mula ya vieja. 
En un lamentable descuido, la mula cayó en un pozo que 
había en la finca. El campesino oyó los bramidos del animal, 
y corrió para ver lo que ocurría. Le dio pena ver a su fiel 
servidora en esa condición, pero después de analizar 
cuidadosamente la situación, creyó que no había modo de 
salvar al pobre animal, y que más valía sepultarla en el 
mismo pozo.

El campesino llamó a sus vecinos y les contó lo que estaba 
ocurriendo y los enlistó para que le ayudaran a enterrar la 
mula en el pozo para que no continuara sufriendo.

Al principio, la mula se puso histérica.Pero a medida que el 
campesino y sus vecinos continuaban paleando tierra sobre 
sus lomos, una idea vino a su mente. A la mula se le ocurrió 
que cada vez que una pala de tierra cayera sobre sus lomos. 
¡ELLA DEBERA SACUDIRSE Y SUBIR SOBRE LA TIERRA! Esto 
hizo la mula palazo tras palazo. ¡SACÚDETE Y SUBE! 
¡Sacúdete y sube! ¡Sacúdete y sube! Repetía la mula para 
alentarse a sí misma. No importaba cuán dolorosos fueran los 
golpes de la tierra y las piedras sobre su lomo, o lo 
tormentoso de la situación, la mula luchó contra el pánico, y 
continuó SACUDIÉNDOSE Y SUBIENDO.

A sus pies se fue elevando de nivel el piso. Los hombres 
sorprendidos captaron la estrategia de la mula, y eso los
alentó a continuar paleando. Poco a poco se llegó al punto en
que la mula, cansada y abatida, pudo salir de un brinco de las 
paredes de aquel pozo.

La tierra, que parecía que la enterraría, se convirtió en su 
bendición, todo por la manera en la que ella enfrentó la 
adversidad. ¡Así, precisamente así, es la vida!

No debemos de dejar  de luchar nunca por lo que queremos, pase 
lo que pase!! 

Mucho éxito 

Fuente: http://www.cesarlozano.com/

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